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Aparecen las primeras arrugas y comienzan a marcarse las líneas de expresión. El óvalo de la cara se vuelve menos firme, la piel pierde espesor, flexibilidad y elasticidad. La culpa es de los radicales libres.
Pero... como la epidermis aún es joven, reacciona rápidamente a los tratamientos cosméticos. No te rindas porque sigue en juego el futuro de tu aspecto.
A esta edad la mayoría de las mujeres vivimos una época de seguridad y desarrollo personal y profesional, una etapa de cambios importantes, pues muchas de nosotras nos convertimos en madres. Es un buen momento para empezar a cuidarnos si aún no lo hacemos.
• Limpieza e hidratación: hay que limpiar la piel con productos suaves que aporten un extra de hidratación, ya que es momento de reforzarla. Por la mañana ponte una crema con filtros solares y vitaminas. La protección solar es vital para evitar las manchas y arrugas prematuras. Por la noche usa una reafirmante con colágeno y elastina.
• Cremas antíedad: hay que estimular y proteger la dermis. Utiliza productos antienvejecimiento enriquecidos con antioxidantes, vitaminas A, C y E y coenzima Q10. Son recomendables los cosméticos que incorporan extractos vegetales, que limitan la entrada de ácidos grasos y estimulan la síntesis de colágeno y elastina.
• Crema para el contorno de ojos: elígela con retinol para que te ayude a reducir las ojeras e incluso las bolsas. Úsala día y noche para notar su efecto.
• Exfoliación: una vez por semana hazte un peeling suave para eliminar las .células muertas, estimular la renovación celular y favorecer la penetración de las cremas. Compleméntalo con una mascarilla hidratante. Hay que empezar a utilizar humectantes con ingredientes activos para mantener nuestra piel joven por más tiempo.
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