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El bronce es un material que muchas personas adquieren. Cuando se compra el objeto de bronce suele estar reluciente, pero acabo de un tiempo este se deteriora, quedando opaco y verdoso.
Para recuperar las piezas de bronce como si la hubiéramos adquirido recién, le ofrecemos algunas sugerencias para que siempre estén relucientes...
Si están muy manchados se frotan con aceite y se dejan así dos o tres días, pasado ese tiempo se frotan con una franela embebida en amoníaco.
Sacar lustre con una franela seca.
También se pueden tratar con esponja de aluminio fina mojada en creolina. Dar brillo y repasar con una franela humedecida en algún disolvente.
Para las monedas antiguas cubiertas de óxido o de cardenillo se dejan sumergidas en jugo de limón hasta que el óxido desaparece (más o menos veinticuatro horas). Lavar con agua bien caliente y secar muy bien. Dejar una hora al sol directo.
El bronce patinado se limpia con un paño o cepillito mojado en disolvente únicamente. Repasar y dar brillo frotando con papel de seda.
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